Durante mi doctorado, estuve viviendo en la costa este de Estados Unidos; la zona antigua, donde llegaron los primeros inmigrantes y donde todo tiene un aire un poco más británico. San Francisco, ubicado en la costa oeste, tiene un aire diferente. Una de las cosas que le da un toque único son los tranvías, o "Cable Car", como le llaman por esos lados. Las zonas turísticas del centro de la ciudad se pueden recorrer en estos carritos, que parecen un vagón de trén sin paredes y sin locomotora. Muy pintorescos.
Algunas cosas curiosas sobre los Cable Cars: la foto de abajo es una placa que vi en uno de ellos. Dice: "Este tranvía ha sido adoptado por Atari".
Otra cosa curiosa. Los tranvías toman y dejan pasajeros no en las esquinas, sino en la mitad de intersección entre calles (si, al medio de todo!). Para coordinar semejante enredo de tráfico entre tranvías y automóviles, existen dos tipos de semáforos en San Francisco: los normales y los semáforos exclusivos para tranvías. En la foto de abajo hay uno de ellos. Las luces tienen forma de X.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
lunes, 22 de septiembre de 2008
Desierto Norte y Desierto Sur
Luego de pasar por la monotonía Kansaniana (o cansoniana, como quieran llamarlo), el avión pasó sobre el estado de Colorado, donde el paisaje se puso un poco más interesante. De inmediato noté una nostálgica similitud con el paisaje del norte de Chile. Vean, por ejemplo, una foto del Desierto de Atacama, más abajo.
Durante esos minutos sobre Colorado, me sentí como en casa.
Durante esos minutos sobre Colorado, me sentí como en casa.
lunes, 15 de septiembre de 2008
You are not in Kansas anymore, Dorothy
El viaje desde Hartford a San Francisco, recorre Estados Unidos de costa a costa en un viaje que dura casi 6 horas. Tengo la certeza de haber dormido exactamente la mitad del viaje, puesto que, cuando desperté, esto era lo que se veía desde el avión. Inmediatamente recordé que este paisaje lo había visto antes en Google Maps. Se trata de Kansas, un estado absolutamente "cuadrado". Kansas no sólo está abarrotado de una cuadrícula de granjas; además, el estado propiamente tal tiene forma de rectángulo. Para colmo de males, se encuentra justo en el centro geométrico de Estados Unidos, lejos de todas las ciudades importantes. Sospecho que debe ser un poquito aburrido vivir por esos lados.
Otra cosa que me hizo recordar este paisaje, es la película El Mago de Oz. Para refrescarles la memoria, la protagonista de esta película, Dorothy, es una niña de Kansas que, por arte de magia, se transporta a un mundo mágico llamado Oz. Una de las partes más notorias de la película es que las escenas en Kansas del inicio y el final de la película son en blanco y negro, mientras que las escenas en Oz son en colores (muuchos colores). Ciertamente, si el guionista quería hacer un contraste entre un mundo real aburrido y el mundo de Oz, no pudo haber escogido un mejor lugar para ambientar el "mundo real" de la película.
Otra cosa que me hizo recordar este paisaje, es la película El Mago de Oz. Para refrescarles la memoria, la protagonista de esta película, Dorothy, es una niña de Kansas que, por arte de magia, se transporta a un mundo mágico llamado Oz. Una de las partes más notorias de la película es que las escenas en Kansas del inicio y el final de la película son en blanco y negro, mientras que las escenas en Oz son en colores (muuchos colores). Ciertamente, si el guionista quería hacer un contraste entre un mundo real aburrido y el mundo de Oz, no pudo haber escogido un mejor lugar para ambientar el "mundo real" de la película.
sábado, 6 de septiembre de 2008
El laberinto de maíz
Manejando por la ruta 32, vi un cartelito que decía "Corn Maze" (laberinto de maíz). Intrigado, empecé a averiguar. Resulta que los laberintos de maíz son una actividad bastante común por estos lados. De hecho existe un directorio de laberintos, para ubicarlos fácilmente.
Como ya me queda poco tiempo por estos lados, decidí ir hoy a visitar el laberinto de la 32. Abajo, una panorámica de las múltiples bifurcaciones dentro del laberinto.
Como ya me queda poco tiempo por estos lados, decidí ir hoy a visitar el laberinto de la 32. Abajo, una panorámica de las múltiples bifurcaciones dentro del laberinto.
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